AFA LE SACARIA LA QUINTA AMARILLA A TEO GUTIERREZ
Parece un hecho que el Tribunal de Disciplina de la AFA anunciará el jueves que la amarilla (era la quinta) que le mostró Roberto Pompei a Teo Gutiérrez no vale. Si así fuera, el colombiano podrá estar la fecha que viene contra River. Y está tan bien como mal.

Argentinos y Racing empataban 1 a 1 en La Paternal. Teo recibió la pelota en el área y Santiago Gentiletti le cruzó la pierna desde atrás. El delantero cayó y Pompei lo amonestó por entender que había simulado. En la primera imagen televisiva parece más penal que teatro. Las distintas repeticiones lo confirman. Aunque siempre cabe la posibilidad de que alguien interprete que no fue penal, lo que es más difícil de asegurar es que el colombiano se tiró.
Aclaración: si Racing no jugara contra River y si la de Teo no hubiera sido la quinta amarilla, seguro que no se habría armado este escandalete. De hecho, desde Avellaneda no habrían reclamado (esto es una simple conjetura del cronista).
Pero como Racing sí juega contra River y la de Teo sí fue la quinta amarilla, se abrió la historia. Al Tribunal de Discplina lo puso contra la pared el veredicto unánime de la opinión pública (para todo el mundo fue penal y estuvo mal la amarilla) y el antecedente de Martín Galmarini: en este torneo al volante de Tigre le sacaron una amonestación que el árbitro le puso por interpretar que se había llevado una pelota con la mano cuando no fue así. Y a partir de lo de Galmarini, Racing se vio con derecho a patalear. Mientras, los miembros del Tribunal pensarían “¿para qué se nos ocurrió meternos en asuntos que no nos incumben?”. Por supuesto que los asuntos disciplinarios les incumben (¿acaso no el Tribunal de...?), pero siempre, hasta ahora, habían elegido lavarse las manos.
El gran problema surge porque ahora se lavan una sola mano: actúan cuando les parece pero no en todos los casos que son necesarios.
Lo bueno
Si está claro que Teo (o el jugador que fuere del equipo que fuere y le toque enfrentar al rival que fuere) vio una amarilla injustamente, es bienvenido que el Tribunal decida remediar la injusticia y se la saque. Pero, a partir de este fallo, tendría que explicarse puntualmente en qué casos va a actuar y en cuáles no. Si no, los reclamos se van a transformar en un viva la pepa y en poco tiempo surgirán las suspicacias. Tan acostumbrados a pensar mal, los dirigentes del fútbol hablarán de injusticias y de tratos preferenciales.
Lo malo
El Tribunal no se va a involucrar como corresponde y algunas injusticias se pasarán por alto. Advertidos de que no se puede modificar un fallo del árbitro (si cobró un gol en off side ese gol no se anulará de ninguna manera, por ejemplo), el Tribunal seguirá sin meterse con las acciones violentas que los árbitros no hayan podido observar. La paradoja es que esto sucedió en el mismo Argentinos-Racing y con el mismísimo Teo. Cuando el partido se terminaba, el colombiano le metió un planchazo de roja directa (y más de una fecha de suspensión) a Mauro Bogado. Si Pompei cobraba la falta pero no consideraba que el colombiano debía ser expulsado, el Tribunal no estaba en condiciones de actuar. Pero como para Pompei fue un hecho que “no existió”, ahí sí el Tribunal debería reaccionar y hacer los fallos más justos. Lo mismo que sucede en Europa: hace un mes, el Tribunal italiano vio un escupitajo de Ezequiel Lavezzi a un rival (el árbitro no lo había advertido) y el argentino fue suspendido por tres fechas. Mientras esto no suceda, el fútbol argentino seguirá conviviendo con lo justo y lo injusto sin saber muy bien dónde está el límite.
Parece un hecho que el Tribunal de Disciplina de la AFA anunciará el jueves que la amarilla (era la quinta) que le mostró Roberto Pompei a Teo Gutiérrez no vale. Si así fuera, el colombiano podrá estar la fecha que viene contra River. Y está tan bien como mal.

Argentinos y Racing empataban 1 a 1 en La Paternal. Teo recibió la pelota en el área y Santiago Gentiletti le cruzó la pierna desde atrás. El delantero cayó y Pompei lo amonestó por entender que había simulado. En la primera imagen televisiva parece más penal que teatro. Las distintas repeticiones lo confirman. Aunque siempre cabe la posibilidad de que alguien interprete que no fue penal, lo que es más difícil de asegurar es que el colombiano se tiró.
Aclaración: si Racing no jugara contra River y si la de Teo no hubiera sido la quinta amarilla, seguro que no se habría armado este escandalete. De hecho, desde Avellaneda no habrían reclamado (esto es una simple conjetura del cronista).
Pero como Racing sí juega contra River y la de Teo sí fue la quinta amarilla, se abrió la historia. Al Tribunal de Discplina lo puso contra la pared el veredicto unánime de la opinión pública (para todo el mundo fue penal y estuvo mal la amarilla) y el antecedente de Martín Galmarini: en este torneo al volante de Tigre le sacaron una amonestación que el árbitro le puso por interpretar que se había llevado una pelota con la mano cuando no fue así. Y a partir de lo de Galmarini, Racing se vio con derecho a patalear. Mientras, los miembros del Tribunal pensarían “¿para qué se nos ocurrió meternos en asuntos que no nos incumben?”. Por supuesto que los asuntos disciplinarios les incumben (¿acaso no el Tribunal de...?), pero siempre, hasta ahora, habían elegido lavarse las manos.
El gran problema surge porque ahora se lavan una sola mano: actúan cuando les parece pero no en todos los casos que son necesarios.
Lo bueno
Si está claro que Teo (o el jugador que fuere del equipo que fuere y le toque enfrentar al rival que fuere) vio una amarilla injustamente, es bienvenido que el Tribunal decida remediar la injusticia y se la saque. Pero, a partir de este fallo, tendría que explicarse puntualmente en qué casos va a actuar y en cuáles no. Si no, los reclamos se van a transformar en un viva la pepa y en poco tiempo surgirán las suspicacias. Tan acostumbrados a pensar mal, los dirigentes del fútbol hablarán de injusticias y de tratos preferenciales.
Lo malo
El Tribunal no se va a involucrar como corresponde y algunas injusticias se pasarán por alto. Advertidos de que no se puede modificar un fallo del árbitro (si cobró un gol en off side ese gol no se anulará de ninguna manera, por ejemplo), el Tribunal seguirá sin meterse con las acciones violentas que los árbitros no hayan podido observar. La paradoja es que esto sucedió en el mismo Argentinos-Racing y con el mismísimo Teo. Cuando el partido se terminaba, el colombiano le metió un planchazo de roja directa (y más de una fecha de suspensión) a Mauro Bogado. Si Pompei cobraba la falta pero no consideraba que el colombiano debía ser expulsado, el Tribunal no estaba en condiciones de actuar. Pero como para Pompei fue un hecho que “no existió”, ahí sí el Tribunal debería reaccionar y hacer los fallos más justos. Lo mismo que sucede en Europa: hace un mes, el Tribunal italiano vio un escupitajo de Ezequiel Lavezzi a un rival (el árbitro no lo había advertido) y el argentino fue suspendido por tres fechas. Mientras esto no suceda, el fútbol argentino seguirá conviviendo con lo justo y lo injusto sin saber muy bien dónde está el límite.
1 comentario:
ES JUSTO QUE SE LA SAQUEN, PERO SERIA JUSTO QUE TAMBIEN SE HAGA CON OTROS CASOS, CON OTRAS INJUSTICIAS. ADEMAS TEOFILO METIO UN PLANCHAZO QUE ERA PARA ROJA, Y NO LE SACARON NADA. ESTOY MITAD DE ACUERDO MITAD NO.
BUENA INFO !!
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